Fran solía contarme sus planes, cuánto la quería, lo bien encaminados que iban, directos a comprarse su primera casa juntos, proyectando sus vidas en el futuro, pese al escepticismo que leía en el arco que dibujaban mis cejas.
- No seas ceniza-, me repetía.
- Simplemente, realista -, contestaba yo tajante.
- ¡Si es que pareces un tío! ¡No he visto cosa menos romántica que tú! -. Y yo asentía, resignada, esperando (pero no deseando) verle caerse tarde o temprano.
Por supuesto que existen parejas que se conocen desde casi la infancia y acaban muriendo juntos, pero seamos objetivos: la mayoría de las parejas no sobreviven a tan larga evolución.
Sentimental empedernido, ahora ya, entrando en la treintena, se encaminaban a ese plan de compras de muebles, cocina, ajuares varios y firma de hipotecas.
Y dicho y hecho, no hicieron más que firmar juntos aquel pisito de enamorados cuando supo, vio y constató, que ella le estaba siendo infiel, con premeditación y alevosía, reiterada y vehementemente.
El dolor fue desgarrador, traicionero, cruel. Tantos años conociéndola y de pronto se había dado cuenta de que llevaba toda una década junto a una extraña. Como si aquella no fuera la misma que le había acompañado durante tan largo viaje.
Fran volvió al mundo real, cabizbajo, triste, hipotecado y destruido. Y yo le decía que era normal, que tenía que vivir experiencias diferentes, conocer a más mujeres, picotear con unas, con otras, no atarse a nadie y sobre todo, ser independiente.
- Yo no soy así -. Me dijo dolido.
- Pues aprende. -. Le contesté como mamá pájaro que empuja a uno de sus polluelos desde la alta rama de un árbol.
Y Fran aprendió. Voló solo, se empezó a gustar, a mirarse de otra manera frente al espejo, a darse cuenta de que muchas mujeres se fijaban en él, le lanzaban indirectas, directas, y alguna que otra proposición indecente.
Poco a poco fue saliendo del cascarón a un mundo nuevo, repleto de posibilidades diferentes, de planes distintos a los que había llevado durante su rutinaria década.
Fue así cómo Fran dejó de contarme las flores, los regalos, los detalles, las llamadas... y pasó a relatarme las citas, las cenas, los previos y los post. Aquel chico romántico se esfumó del todo y dejó libre el camino a ese “cazador” que impepinablemente, llevan todos dentro.
Hoy Fran asegura que necesitaría otra década para perdonar a su ex. Yo, sin embargo creo, que le hizo un gran favor.
Bueno, no veo nada extraño en esto. Fran estaba enamorado y hacía planes; ella estaba menos enamorada o quizás no tan segura, y le fue infiel.
ResponderEliminarAhora él es más desconfiado y se dedica a vivir la vida. Pero si era romántico seguramente volverá a serlo, eso se lleva dentro.
Yo creo que el que es romántico, lo es toda la vida ¿no?
en fin, qué sé yo..., en todo caso mil besos pegajosos de verano para ti, preciosa.
Buena entrada, como siempre.
Yo no creo q él estuviera enamorado (sí ilusionado) pero simplemente seguía las normas. Sin embargo creo q a ella le quemaba mucho la juventud y las ganas de no conformarse. Sólo él paso del tiempo nos demostrará si ése romántico volverá algún día o ha desaparecido para siempre... Besazos y buen verano!
EliminarLa vida nos enseña, a veces necesitamos un coscorrón o un empujón para ser de otra manera, la que nunca hubiéramos pensador ser.
ResponderEliminarMe ha gustado tu historia.
Un abrazo, tocaya!!!
P.D.- Felices vacas...!
La vida nos va convirtiendo en personas q nunca habríamos imaginado...
EliminarGracias por la lectura, tocaya. Feliz descanso!
ays...qué difícil es a veces sostener relaciones amorosas..siempre,pareciera,que hay uno que ama más no?
ResponderEliminarMe encantan tus reflexiones en forma de relato!
Siempre lo hay, en diferentes momentos, pero nunca es al 50%, está claro... Besos Luni!
ResponderEliminarCreo que el ser romantico, como simpatico, buena persona, conversador....., son valores positivos que una persona tiene o no tiene, no se puede fingir durante mucho tiempo porque agota y se termina viendo el plumero. Su problema no era ser romantico , ni es una cualidad que le vaya a hacer mas feliz si la descarta, su problema es que dio con una cabrona. Cabrones hay muchos, pero por todas esas personas que vale la pena conocer, ¡que no deje nunca de ser un romantico!.
ResponderEliminarNo te creas, Anita, yo siempre fui romántica y con el paso del tiempo y a base de leches, me he vuelto más rancia que un queso roquefort...(jajaja). Seguramente, cuando encuentre la persona adecuada (espero que de aquí a una larga temporada) se relajará y volverá a tener ese punto de romanticismo (pero seguro que se hace más comedido, como al final he hecho yo).
EliminarLas relaciones, como todo en la vida, hay que vivirlas en su plenitud. Por mas que te prepares por si te viene una leche, eso no va a hacer que duela menos cuando llegue. Toda relacion requiere tiempo y esfuerzo para cuidarla. Para aumentar la probabilidad de que la relacion te haga feliz hay que comprar papeletas, pero la desconfianza zancadillea el sorteo. En muchos casos se pierde, pero no dejes nunca que ademas de un tiempo y energia de tu vida, se lleve una parte tan positiva para toda relacion. ¡Hay que luchar e invertir en romanticismo todos los dias qque dure una relacion!. Se trata de buscar la felicidad junto a otra persona, no la mera compañia y eso, como la fama, cuesta ¡¡PERO VALE LA PENA!! (¿Se nota que estoy mas relajadita y de vacaciones? jajajaja)
EliminarCuidaooooo, que vivir una relación no implica que por webos haya que ser romántico ni que por ser romántico signifique que estés viviendo esa relación con plenitud. Hay gente más o menos romántica o gente que le cuesta expresar más sus sentimientos y eso no significa que no quiera a la persona que tiene al lado.
EliminarAdemás hay varios tipos de romanticismos, y yo desde luego, me quedo con el discreto, el íntimo y el que es sólo para mí.
;-) Vaya debate, sí, totalmente relajada, ya te veo!
Fran experimentó una situación de esas qué nos hacen "tropezar" y sentir dolor. Y es qué en esta vida estamos para aprender... de nosotros depende esquivar o volver a tropezar con la misma "piedra".
ResponderEliminarEs todo una paradoja; el amor, lo queramos aceptar o no, duele.
Sí, está claro que el amor duele cuando no se está recibiendo la misma dosis que estamos dando, o al menos, cuando tú das y no recibes, eso escuece...y mucho!
EliminarMe dijeron una vez: Luis, sí la cosa va mal es normal ser infiel. Yo contesté: querida, si la cosa va mal nos vamos cada uno por su lado y nos dejamos de estupideces. :)
ResponderEliminarMe alegra volver a leerte, Analogy.
Luís, aquí no hay botón de "me gusta" en los comentarios. Creo que tu respuesta fue sencillamente genial.
EliminarMi fase romántica pidió una excedencia mientras Mister Hide se lo pasa bomba probando bombones (valga la redundancia) y picoteando de flor en flor, hasta que algún día o encuentre a alguien que redescubra de nuevo a mi yo anterior o me despierte en la cama de alguna conocida desconocida y me vea viejo, quemado y/o asqueado de tantos sabores. Entre tanto, a disfrutar.
ResponderEliminarTe pedí que no escribieras sobre mí, pero he de reconocer que te ha quedado verdaderamente bien. Incluso mejor.
XD
Felices vacaciones y si (como buena madrileña) bajas al Mar Menor, avisa.
Un besico.
JAJAJAJA, PERO QUÉ JETA!!!
ResponderEliminarUn abrazo enorme, pa ti y pa Mr. Hyde!
Ay! Un apunte que se me ha olvidado ponerte:
EliminarEl "Just a gigolo" que me gusta de verdad es la versión de mi Gurruchaga, con su inglés impoluto. ;P
Gracias por los abrazos, me vendrán bien en esta noche tan fría (¡lo que está cayendo! que a estas horas no se han callado todavía las chicharras)
Angelico ese... Fran... jajajajaja volvió a ser mortal...
ResponderEliminarVeo que tienes otro blog, y por lo poco que leí ya me encanchó también, jajaja!
ResponderEliminarMuy bueno, me encanta el tema i'm just a gigolo, me hace mucha gracia la letra...
Es la eterna historia que se repite una y otra vez. Todo lo que no se vive durante la etapa juvenil... regresa a ti reclamando su sitio natural en la vida. Perderse la experiencia del picoteo en la adolescencia y primera juventud es un error que acaba pagándose.
ResponderEliminarUn buen texto, realista y bien narrado. :)
Joaquìn...." Romanti..."
ResponderEliminarEn muchos casos la infidelidad es descubierta luego de un tiempo, quizàs sea el acostumbrarse de estar en pareja... el primer amor no se olvida de por vida...queda como dice la letra en una canciòn...eres como una espinita que se me ha clavado en el corazòn.
¡¡¡ interesante !!!!
un beso desde Argentina
Se diría que hemos llegado a un punto en el que el requisito principal para alcanzar y repartir la felicidad es una suerte de tumefacción paroxística, de genital acromegalia, de gallardo, ditirámbico y nada doloroso priapismo...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Hay por ahí una frase que dice que el que no se corre la juerga de joven, se la corre de viejo...
ResponderEliminarGracias a todos por vuestros comentarios!